Dentro del Area

Wanderino, Politólogo, Escritor, Columnista y Padre de Santiago Salvador.
"Y yo me quedo con esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido". Eduardo Galeano.

Fútbol para todos y todas


Hace algún tiempo, una amiga hincha de Wanderers -como quien redacta- me pidió escribir sobre fútbol femenino, o sobre las mujeres y el fútbol. Entonces, empiezo advirtiendo, con tintes de disculpas, que esta columna sobre fútbol y mujeres la escribe un hombre, un hombre futbolero.


Una realidad -que no se puede driblar en esta materia- son las vergonzosas brechas de género existentes en nuestro país, las que se expresan también en el plano deportivo.
Son permanentes y constantes las noticias en que jugadoras o planteles enteros de la “Primera División de fútbol femenino de Chile” hacen públicas las precarias condiciones en que trabajan, porque el fútbol profesional, entre otras cosas también es un trabajo.
Desde lo micro hasta lo macro. Es decir, equipos de la “división de honor” sin camarines donde cambiarse, jugadoras despedidas sin previo aviso, atadas a contratos nefastos y sueldos miserables, instituciones deportivas que fomentan la precarización laboral y marcos gubernamentales difusos que permiten el amateurismo de hecho, sin goce de derechos.

Así las deportistas se reparten entre entrenamientos, estudios u otros trabajos para su subsistencia dado que actualmente la actividad profesional no les entrega óptimas condiciones de vida.


Un estudio realizado por Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF) y el Observatorio de Gestión de Personas de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile arrojó que sólo el 10% de las futbolistas se dedica de manera exclusiva al deporte, el 43,3% juega y estudia, el 27,9% juega y trabaja en otra ocupación, y el 18,5% juega fútbol, estudia y trabaja en otro empleo.
El mismo estudio señala que los clubes exigen a las jugadoras asistir a entrenamiento, cumplir con horarios, peso y porcentaje de grasa, sin embargo, el 83% de las futbolistas no recibe remuneración, el 8,5% recibe entre 100 y 499 mil pesos, y el 5,6% recibe menos de 100 mil pesos.
En esta misma línea, la Radiografía del Fútbol Femenino en Chile reveló que, en cuanto a la relación de las deportistas con sus clubes, el 4,4% tiene contrato laboral, 19% tiene un acuerdo verbal y el 61% solo cuenta con inscripción para participar del campeonato de la ANFP.


Actualmente está en proceso de ejecución la ley de profesionalización del fútbol femenino, es decir, entre 2022 y 2025 los clubes deben contratar al 100% de las jugadoras, sin embargo mientras se implementa la norma de manera parcializada las futbolistas siguen siendo desvinculadas de manera arbitraria, sin ir más lejos el 8 de mayo, la ex 14 del decano, Camila Maldonado, hizo pública su salida del Club Santiago Wanderers indicando que nadie le avisó que ya no estaba en los planes del conjunto caturro. Así, sin más. Maldonado visibilizó esta inestable situación, no obstante, del total del plantel porteño sólo cinco jugadoras fueron consideradas en los planes de la nueva dirección técnica encabezada por Mario Vera.


Finalmente, en Chile a las mujeres que se dedican de manera profesional al fútbol se les exigen estándares deportivos del siglo XXI, pero se les entregan condiciones propias de principios del siglo pasado.